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Cultivos Orgánicos y Convencionales – traídos a usted por la Agricultura Moderna

Artículo publicado en el  Huffington Post el 16 de Agosto del 2017
Por: Dr. Robert T. Fraley, Vicepresidente Ejecutivo y Director de Tecnología, Monsanto

Agricultura Organica Convencional

 

Como pionero de la tecnología de modificación genética de cultivos, frecuentemente recibo preguntas sobre lo que verdaderamente pienso de la agricultura orgánica…o si personalmente compro productos orgánicos. Mis opiniones y respuestas pueden sorprenderlos -  para empezar, el hecho que ser “pro-OGM” no me hace “anti-orgánico”. Permítanme explicarles.

Pienso que una de las fortalezas verdaderas de nuestro sistema de producción agrícola en EEUU es la exitosa coexistencia de cultivos convencionales, biotecnológicos y orgánicos, los cuáles logran satisfacer las diferentes oportunidades de mercado e intereses del consumidor. Deberíamos celebrar el hecho que podemos disfrutar de una alta variedad de productos; productos alimenticios que están entre los más seguros y asequibles del mundo.

También tengo un gran respeto por los agricultores y productores orgánicos, a quiénes considero fuertes trabajadores. La producción orgánica representa alrededor del 4% de las ventas totales de alimentos en EEUU, y menos del 1% de la producción de cultivos en Estados Unidos. La baja tasa de adopción está relacionada con la desafiante y ardua naturaleza de la producción orgánica, ya que los productores tienen menos diversidad y cantidad de herramientas para manejar enfermedades e insectos. Esto se debe a que las reglas de producción orgánica impiden a los productores usar fertilizantes sintéticos, ciertos plaguicidas y semillas genéticamente modificadas. Con una cuidadosa planeación y una preparación extensiva, los agricultores orgánicos logran manejar estos desafíos. Sin embargo, a veces las enfermedades y plagas evolucionan o emergen de manera rápida, acabando con cultivos y resultando en pérdida de los alimentos. Por esta razón, las cosechas de cultivos orgánicos son del 30 al 40% menores a las cosechas de los cultivos convencionales, en general. Muchos productores orgánicos me han dicho, “Necesitamos nuevas soluciones para el control y manejo de enfermedades si queremos seguir abasteciendo el mercado orgánico.”

A pesar de estos desafíos, la producción orgánica ha tenido éxito en el mercado porque algunos de los productores más sofisticados del mundo están abordando los desafíos más grandes de la producción orgánica usando la ciencia – y otras herramientas esenciales para la agricultura moderna – permitiéndoles producir un producto más seguro y consistente durante el año. Tomemos un momento para apreciar los grandes desafíos a los que se enfrentan los productores orgánicos y como la ciencia y tecnología les están ayudando a abordarlos:

Regulaciones controversiales para orgánicos:

Las reglas para los orgánicos están basadas en unos principios generales que se relacionan con lo que es “natural” y lo que es sintético. Los detalles de lo que se permite y no se permite no están determinados por una regulación basada en la ciencia, sino por un proceso político influenciado por ideología y abogacía. Un cambio en alguna de las reglas puede resultar en grandes vacíos en la producción y disrupciones para satisfacer la demanda del consumidor.

Un ejemplo es el debate sobre el uso de suelos o no-suelos como medios de cultivo (ejemplo: lana de roca, cáscaras de coco, etc.) Bastantes productores de invernaderos de alta tecnología cultivan productos orgánicos en medios no-suelos con un sistema de riego por goteo que incluye fertilizantes orgánicos. Eliminar su habilidad de ser certificados como orgánicos resultaría en una oferta reducida de productos durante el año, mientras que favorecería a productores que usan métodos de baja tecnología para la producción. Por esta razón, los productores orgánicos que hacen posible una constante oferta gracias al uso de la tecnología, ponen un esfuerzo extraordinario en la defensa de la ciencia que apoya sus métodos.

Seguridad Alimentaria

El centro para el control de enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), estima que más de 40 millones de personas en Estados Unidos se enferman, y que unos miles mueren de enfermedades transmitidas por alimentos cada año – y que casi la mitad de esas enfermedades se adquieren por patógenos que vienen de productos frescos. Debido a que no hay un factor que elimine los patógenos en el procesamiento de frutas y vegetales frescos, los productores deben tener extrema precaución para prevenir la contaminación y la contaminación cruzada. Para los agricultores orgánicos este desafío es aún mayor debido a que sus opciones de fertilizadores no-sintéticos con frecuencia incluyen abono de animales, el cuál puede ser una fuente de contaminación. Algunos de los más grandes proveedores de productos orgánicos están investigando y utilizando soluciones basadas en la ciencia para garantizar un suministro de alimentos orgánicos seguros. Estos incluyen el uso de herramientas genéticas avanzadas para identificar, rastrear y eliminar fuentes de contaminación. El resultado es la disminución del retiro de productos del mercado, lo cual genera mayor seguridad en el consumidor, y aún más importante, menos consumidores enfermos o muertos.

Información incorrecta o falsa sobre plaguicidas

Se pueden estar preguntando…y, ¿que pasa con los plaguicidas? ¿No se supone que los cultivos convencionales están llenos de plaguicidas, mientras que los cultivos orgánicos no los utilizan? No. La distinción entre orgánico y convencional en referencia a plaguicidas no se basa en la utilización o no de éstos; ambos, cultivos convencionales y orgánicos, los usan. La distinción se hace en qué tipo de plaguicidas son los que se usan.

A los agricultores convencionales se les permite la aplicación de una combinación de plaguicidas naturales y sintéticos que cumplan con los requerimientos de etiquetado de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés). A los agricultores orgánicos se les permite el uso de químicos naturales y aquellos sintéticos que hayan sido aprobados por el Programa Nacional de Orgánicos, manejado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés).

No es sorpresa entonces que haya plaguicidas que se puedan usar en ambos programas de cultivos, como lo demuestra este excelente artículo.

Sin embargo, se puede sorprender al conocer que bastantes productores orgánicos son parte de una coalición para abordar la propaganda del reporte Environmental Working Group´s Dirty Dozen. La Alianza por los Alimentos y la Agricultura publica información basada en el riesgo sobre residuos de plaguicidas en los alimentos. Su página incluso promueve una calculadora para que los consumidores entiendan los peores casos a los que se pueden enfrentar a causa de residuos de plaguicidas – basados en la ciencia de la toxicología. ¿Porque harían algo así los productores orgánicos? Eso nos lleva a nuestro siguiente punto.

Mercadeo orgánico que asusta al público y lo aleja de una dieta saludable

Usando el método científico, Britt Burton-Freeman del Instituto de Tecnología de Illinois lideró un equipo investigativo que estudió el impacto de los diferentes mensajes del mercadeo de productos orgánicos. ¿El resultado? La publicidad que promovía productos orgánicos al despreciar los productos convencionales resultaba dañina para la salud publica – específicamente para la clase pobre y trabajadora. Cuando la gente en esta categoría recibía estos mensajes, generalmente respondían comprando menos productos frescos. Sin embargo, la publicidad positiva demostró un incremento en la seguridad del publico respecto a ambos cultivos - convencionales y orgánicos.

Aunque los productores orgánicos se enfrentan a desafíos únicos, sus métodos no son tan diferentes de aquellos usados por agricultores convencionales. Por ejemplo, métodos basados en secuencia del genoma han logrado que productores orgánicos y convencionales puedan identificar y crear nuevas combinaciones genéticas para mejorar la nutrición o crear mejores defensas en contra de plagas. Agricultores orgánicos y convencionales usan tratamientos con semillas microbianas (probióticos para plantas) para mejorar los suelos o para proteger los cultivos de daños causados por insectos. Muchas prácticas de cultivos orgánicos, como el uso de coberturas, rotación de cultivos y mantillo plástico para ayudar a controlar la maleza y reducir la erosión, han sido adoptadas por agricultores convencionales. Adicionalmente, herramientas de precisión en agricultura - como imágenes satelitales, drones, tractores controlados por sistemas GPS, y sensores de campo – han sido adoptados a gran escala por productores orgánicos y convencionales. La diferencia más grande entre ambos tipos de agricultores es que los productores convencionales pueden usar todas las herramientas que la ciencia tiene para ofrecer, lo que les permite producir más en menos tierra – lo que resulta siendo mejor para el medio ambiente.

Personalmente, ¿qué tipo de productos compro yo? Si me dan la opción, compro productos de cultivos convencionales. Sin embargo, no soy un fanático. Es decir, no despreciare verduras orgánicas en el menú de un restaurante, ni diré no al pollo criado libremente. Estoy informado y sé que ambos productos son seguros, y me enorgullece el hecho que tenemos un suministro seguro de alimentos asequibles. También me alegra que la gente tenga la opción de decidir qué tipo de alimentos consumen. Ese es el tipo de libertad que tenemos en Estados Unidos. Si usted escoge productos orgánicos, entienda que el aumento de la oferta, calidad y seguridad de estas opciones no nace de un rechazo a la agricultura moderna, sino de productores que aceptan el proceso al enfrentarse a los desafíos que presentan las reglas de la producción orgánica.