La biotecnología agrícola mediada por ingeniería genética para proveer de soluciones al agricultor data de los 90s. Los números de adopción y uso son evidentes y demuestran que Latinoamérica tiene un papel clave como proveedor mundial de alimentos. A continuación los números.
Los mayores productores de productos de la biotecnología moderna, también llamados Organismos Vivos Modificados (OVM) se concentran en 28 países, en un área de 209mHa. Los mayores productores se encuentran en el Continente Americano: Estados Unidos 75.4 mHa, Brasil 67.9 mHa y Argentina con 23.8mHa, Canadá 11.7, Paraguay 4.4 y Bolivia 1.8mHa. En otros continentes, sobresale India con 11.2, China 3.5, Sudáfrica 3.5, Pakistán 1.9.
El área cultivada en los últimos cinco años pasó de 189.1 en 2019, 196.2 en 2020, 202.9 en 2022, 205.8 en 2023 y 209.8 en 2025. Los cultivos que usan biotecnología son mayoritariamente soya con un área cultivada de 105.1 mHa, maíz 68.4 mHa, algodón 24.2 mHa, canola con 10.4 mHa, alfalfa 1.1 mHa, remolacha 0.5 mHa, caña de azúcar 0.1 mHa.
Un punto por desatacar es el porcentaje de adopción por cultivo a nivel mundial. En el caso del algodón el 78.4% es biotecnológico, en soya es del 74.9%, en maíz del 33.7%, canola 24.3%, remolacha 10.3%, alfalfa 3.2%, caña de azúcar 0.23%.
Estos números son mayores cuando se analizan países exportadores de alimentos que detallamos a continuación. Estados Unidos dispone de un porcentaje de adopción por encima del 90% en algodón, soya y maíz. Canadá dispone de un 89% de adopción en maíz. En Brasil el porcentaje de adopción sobrepasa el 96% en maíz, 90% en soya y 100% en algodón. Brasil es también el único país que comercializa caña de azúcar OVM con un 0.5% del cultivo. En Argentina, los porcentajes de adopción superan el 90%. Es además el primer país en utilizar trigo HB4 tolerante a sequía con 53,000 Ha en 2022, 43,660 en 2023 y 48,380 en 2024. En Paraguay los niveles de adopción de soya y algodón alcanzan el 100%. En Uruguay es similar con casi un 100% de adopción en maíz y soya.
La producción agrícola de LATAM tiene un fuerte componente de exportación de productos biotecnológicos dominado por soya (49%), maíz (34%) y algodón (20%) hacia destinos como China (36%), Vietnam (4.8%), India (4.2%), España (3.4%) y países bajos (3.3%).
Los impactos del uso de estas tecnologías son abordados en detalle por Graham Brooks 1996-2020. Por ejemplo el costo de la semilla es equivalente al 27% de las ganancias tecnológicas totales. En términos de inversión, esto significa que por cada dólar adicional invertido en semillas de cultivos biotecnológicos (en comparación con los costos de las semillas convencionales), los agricultores obtuvieron un promedio de $3.76 en ingresos adicionales. En los países en desarrollo, la rentabilidad promedio fue de $5.22 por cada dólar adicional invertido en semillas biotecnológicas mientras que en los países desarrollados es de $3.00.
Los beneficios económicos al productor agrícola varían según el cultivo. En maíz la ganancia es de 3.7 billones de dólares principalmente como resultado de la resistencia a insectos lo que permite un aumento del 6,3 % en el valor de la cosecha en los países productores de cultivos biotecnológicos. En total, desde 1996, la biotecnología ha añadido 67.8 billones de dólares a los ingresos de los productores de maíz a nivel mundial. En algodón el aumento es de 3,940 billones de de dólares y, desde 1996, el sector se ha beneficiado de 73.110 millones de dólares adicionales. El aumento de ingresos equivale a al 12,1 % en el valor de la cosecha de algodón. En soya la tolerancia a herbicidas fue clave para incrementar las ganancias del agricultor en 5,64 billones de dólares en 2020 y, desde 1996, ha generado 74,65 billones de dólares adicionales.