La propiedad intelectual promueve la ciencia y la innovación en la agricultura
Cada año por lo menos un 48% de las cosechas en el mundo se salvan de ataques de plagas, malezas y enfermedades, gracias al empleo de productos fitosanitarios o plaguicidas. EL RESULTADO: Mayor productividad agrícola y una provisión de alimentos sanos y abundantes.
Este hecho no sería posible sin la investigación científica y la búsqueda constante de innovaciones al servicio de la agricultura. Sin embargo, la innovación no es posible sin la adecuada protección de los derechos de propiedad intelectual.
La ciencia detrás de cada plaguicida nuevo es un esfuerzo permanente con una inversión de alto riesgo que requiere de la motivación otorgado por la efectiva protección de derechos de propiedad intelectual. Sin estos derechos protegidos adecuadamente se desmotiva el desarrollo tecnológico.
Los datos de prueba son el soporte científico de los plaguicidas, y permiten su evaluación antes de la venta
Los estudios y pruebas que se obtienen en el proceso de investigación y desarrollo de un plaguicida nuevo, son su respaldo científico.
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Estos estudios, conocidos como Datos de Prueba, Estudios de Seguridad y Eficacia o Información de Registro, fueron realizados durante 11,3 años con una inversión de 286 millones de dólares.
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Todo ese soporte científico es entregado a las autoridades de cada país como parte del proceso de evaluación que se realiza para otorgar el permiso de venta o registro.
¿Cómo deben las autoridades proteger los datos de prueba?
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Es internacionalmente aceptado ofrecer una protección de datos que consiste en 10 años de exclusividad. Durante ese tiempo se les prohíbe a terceros utilizar o apoyarse en los datos de la compañía que investigó y desarrolló el producto original con el fin de obtener una autorización de venta.
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Es necesario que estos estudios, o Datos de Prueba, sean protegidos por las autoridades respectivas y no sean usados de manera inadecuada.
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Las autoridades deben salvaguardar esta información, y evitar que los estudios se pierdan total o parcialmente, o puedan ser utilizados por personas no autorizadas. Pueden implementar procesos que aseguren la confidencialidad de los datos y estudios como otro factor clave. Salas de lectura herméticas con medidas de seguridad para su ingreso, restricción de personal autorizado, cámaras de seguridad, uso de papel de seguridad o medidas de encriptación para información electrónicamente conservada son algunas de las medidas que las oficinas de registro y las compañías propietarias de la información deben implementar para asegurar su confidencialidad.
Un marco regulatorio robusto para la protección de los DATOS DE PRUEBA de los productos fitosanitarios nuevos, promueve la confianza y estimula la inversión en la investigación y desarrollo, haciendo posible la introducción de plaguicidas de última tecnología al mercado.
¿Qué significa la protección de datos para América Latina?
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Seguridad y eficacia mejoradas en nuevos productos fitosanitarios o plaguicidas: La protección de los Datos de Prueba fomenta la introducción al mercado latinoamericano de los productos de última tecnología. La disponibilidad de plaguicidas más nuevos, más seguros y más efectivos beneficia a los agricultores, consumidores y al ambiente.
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Mayor competitividad: En un momento en que hay intensa vigilancia sobre la calidad de los alimentos, contar con productos fitosanitarios más actuales es una ventaja para los productores.
Una legislación apropiada para proveer protección de Datos de Prueba de los nuevos plaguicidas por 10 años, motivará la inversión en investigación y desarrollo y la llegada de nuevos productos. para la agricultura en América Latina.